El temido y armado «Ejército Revolucionario de Ayuda a los Trabajadores» que nació en la Seat

El anarquismo estaba en una encrucijada. CNT y los grupos anarquistas, que tanto habían alimentado la rebelión y la denuncia de los acuerdos entre el Antiguo Régimen y los pretendidos demócratas, se hallaban envueltos en conflictos internos. Había numerosas asambleas de trabajadores que tomaban fábricas, grupos autónomos y, con el montaje policial del llamado caso Scala, en enero de 1978 (que acabó con la vida de cuatro trabajadores de la conocida discoteca, cuyas muertes recayeron en militantes anarcosindicalistas, que fueron condenados), la situación en todo el país se hizo explosiva. En 1978 se desató una enorme campaña de detenciones. En febrero se detuvo en Barcelona, Valencia y Madrid a veintidós personas acusadas de pertenecer a los Grupos Autónomos. Luego siguieron una docena más en Valladolid. En medio de este ambiente surgió uno de los grupos armados más singulares y quizás menos conocidos, y lo hizo en una fábrica de Seat, en Barcelona: se autodenominaron Ejército Revolucionario de Ayuda a los Trabajadores (ERAT)